Una ‘oreo’ con sabor a Twitter

  • El enviado especial de INNOVADORES repasa el último SXSW Festival de Austin

  • El vicepresidente de Mondelez International le habla de las galletas rellenas de ‘trend topic’

Detalle de la impresora en 3D que produce los 'oreo' con... 

Para los afroamericanos de Estados Unidos, una ‘oreo’ es una traidora a su raza. Negra por fuera, blanca por dentro. Para el resto de la Humanidad, una ‘oreo’ es una galletita redonda que se suele vender en paquetes de plástico azul.

Ahora, sin embargo, la ‘oreo’ se ha convertido en la primera galleta de la Historia que sabe a Twitter. Y, de paso, se ha hecho multirracial. Ya no es blanca y negra.

«¿A qué sabe Twitter?» suena como el anuncio de compresas de «¿A qué huelen las nubes?» Y es que la iniciativa tiene mucho de márketing. Pero también lo tiene de avance tecnológico, cambios en la relación de las empresas con los consumidores, y en la‘customización’ de productos de consumo masivo.

Las oreos con sabor a Twitter se hacen así: un ordenador identifica los ‘trending topics’ en la red social y ofrece al cliente la posibilidad de elegir un máximo de dos. Un algoritmo que toma en consideración diferentes criterios (longitud del tuit, ‘sentimiento’ del tuit, grado de implicación de la gente en ese ‘trending topic’, etcétera) para decidir entre 10.000 posibilidades diferentes qué crema, qué pasta, qué color, y qué sabor tiene el Oreo. Si ese sabor le gusta al cliente, solo le hace falta aceparlo, y la impresora 3-D lo producirá. El consumidor también puede alterar colores y sabores de su tuit-galleta.

Así, en dos minutos, uno tiene su galleta con sabor a 140 caracteres, gracias a la colaboración entre Twitter, Mondelez Intetrnational (la empresa que fabrica las Oreos) y la compañía de Pittsburgh especializada en fabricación de impresoras 3-D Maya Design. Su presentación en sociedad se ha producido en el South By Southwest (SXSW), un festival dedicado a la música, el cine y a las nuevas tecnologías que se celebra todos los años en Austin, la ciudad más ‘progre’ de Texas. La reacción del público se resume en una frase: dos horas de cola para comerse una de estas oreos que saben a trending topic.

«O sea, que si yo tuiteo ‘SXSW es maravilloso’, la máquina me hace una oreo con sabor a ‘SXSW es maravilloso’», pregunta el periodista a Bonin Bough, vicepresidente de Mondelez International para Medios y Relaciones con los Consumidores.

«Exacto. Sabíamos que a nuestros consumidores les gustan las oreos con sabores tanto que queríamos explotarlo. Con esto queremos fidelizar al cliente e involucrarlo más en la empresa. También queremos saber hasta qué punto nuestros consumidores están interesados en una experiencia ‘customizadora’, o sea, de diseño personalizado de las oreos».

Así explica el objetivo del plan Bough, que antes de irse a Mondelez fue el responsable de la ‘digitalización’ de otra empresa de las ‘viejas tecnologías’ de EEUU, PepsiCo, con la que logró entrar en la lista de los cien directivos más innovadores de ese país, según la revista especializada en empresas tecnológicas ‘Fast Company’.

Bough no quiere entrar en detalles sobre cuánto cuesta la máquina, que tiene un tamaño que es el doble del de una instalación de ‘vending’ habitual en un supermercado o en una oficina, «pero el precio es muy razonable», insiste.

También rehúsa dar a conocer cuánta gente trabaja en el mantenimiento del sistema, que a veces se ‘cuelga’ aunque, afortunadamente para los pacientes clientes que hacen cola en la fresca mañana texana, hay dos expendedores. En su opinión, en seis años podría haber máquinas de este tipo operando «en, por ejemplo, aparcamientos».

La impresora 3-D que hace las oreos es una pequeña obra de arte. «Hemos tenido que rehacer toda la robótica de la impresión digital», explica Bough.

Normalmente, una impresora 3-D imprime en una sola dirección, pero MAYA Design ha creado una maquina que lo hace en dos: desde abajo y desde arriba, con 16 sabores, frente a los tres que suelen tener sus competidoras en el mercado.

Acostumbrado a no ‘elegir’ su oreo, el consumidor puede sentirse un poco abrumado por la experiencia. «Mi oreo es de dos trending topics, uno era #Quéhoraes y el otro… no me acuerdo», explica Rebecca, una veinteañera que declara que «me gusta Twitter y me gustan las oreos, pero esto es un poco…extraño».

de http://www.elmundo.es/index.html?a=da8591ebd6b57a2b9366a4fda1644ba7&t=1395351562

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