No pierdas el tiempo.


El tiempo transcurre y no nos damos cuenta de todas las posibilidades que hay en un segundo.

Muchas veces las dejamos pasar por vergüenza, por no tener iniciativa, por pensar que no saldrá bien, etc.

No debemos dejar que algo bueno no pase, el que no arriesga no gana, simplemente hay que intentarlo.

Por eso arriesguémonos, vivamos el momento, no sabemos si ese pequeño segundo puede cambiar nuestra vida a mejor.

¿Qué es mejor: arrepentirse por haberlo hecho o preguntarse toda la vida qué hubiera pasado si lo hubiéramos hecho?

Anímate, aún estas a tiempo de cambiar, de aprender a no perder el tiempo, de disfrutar de los momentos inesperados…

Tempus fugit & Carpe diem.

 

 

Compartir: