TIRANDO DE WHATSAPP (3ª PARTE)

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Autor: Comfreak. Pincha y te llevará a más ilustraciones suyas

La preciosísima respuesta de Nicole:

 «Creo que hace falta crear ilusión. Que los alumnos no sientan que están estudiando para un examen, para obtener una nota, sino que sientan que lo que están viendo, ya sea a través de libros de texto o vídeos, les transmita algún tipo de emoción. Quizá ello sea muy difícil, pero creo que podría ser sencillo si nos centramos en SORPRENDER. Que el medio por el que llega el mensaje al alumno sea, de algún modo, llamativo. 

Además, creo que es muy importante involucrar al alumno en el proceso de enseñanza, no solo de aprendizaje, de forma que el alumno no solo se centre en recibir información, sino en transmitirla.

Respecto a introducir las nuevas tecnologías, considero que es esencial, no solo por cuestión de estar a la par de los tiempos que corren, sino por las infinitas posibilidades que ofrece: crear blogs, vídeos, foros etc. ¡Y quién sabe qué más habrá en la red!

Creo que hay que «crear» ganas. Que aprender deje de ser una obligación atada a la etapa escolar, para que pase a convertirse en una oportunidad para llenarnos de cultura. Por supuesto, para crear ganas hay que cambiar muchas cosas, y creo que la primordial está en el interior de las personas:

los profesores deben dejar de recitar de memoria, deben acercarse a los alumnos y estar dispuestos a que estos últimos también «dirijan» la clase.

Quizá lo dicho anteriormente suene algo idílico, pero es lo que siento que debemos hacer. Si no hay un motivo que nos mueva a aprender, difícilmente vamos a cambiar el sistema. 

Ya que vamos a levantarnos todos los días para ir al colegio o a la Universidad, vamos a intentar ir con ganas, con la ilusión de compartir conocimiento, sabiendo que los profesores pondrán de su parte, pero sobretodo que los alumnos estarán dispuestos a participar activamente en el proceso. 

En tres palabras, diría que lo necesario es que el método sea original, que el alumno sea activo y que el profesor primero sienta que tiene ganas de enseñar y que, una vez esté seguro de ello, las transmita a sus alumnos.»

 

 

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